PETRÓLEO Y GAS

En la industria petrolera, mantener los sistemas libres de incrustaciones, biopelículas y contaminantes es clave para maximizar la producción y prolongar la vida útil de los equipos. El dióxido de cloro (ClO₂) es la solución ideal, ya que actúa como un potente biocida oxidante, eliminando eficazmente bacterias, compuestos dañinos y obstrucciones.
Las aplicaciones en la Industria Petrolera
- Tratamiento de lodos petroleros: Disuelve FeS en los sistemas de distribución, evitando obstrucciones.
- Desinfección de aguas producidas: Se inyecta en la corriente de agua salada, eliminando contaminantes de manera rápida y eficiente.
- Fracturación hidráulica (fracking): Se dosifica en las líneas de transferencia de agua antes de los tanques de fracking, asegurando un fluido limpio y libre de bacterias.
- Tratamiento de aguas residuales: Descompone productos químicos y compuestos orgánicos nocivos, asegurando una gestión ambientalmente responsable.
Los beneficios del dióxido de cloro
en esta industria son:
- Elimina biopelículas e incrustaciones: Su capacidad de penetración descompone la biopelícula y reactiva el ClO₂ en su interior, asegurando una limpieza profunda.
- Disuelve el sulfuro de hierro (FeS): Elimina los depósitos que obstruyen tuberías, mejorando la inyección de agua y la distribución del crudo.
- Aumenta la producción en más del 150%: Al remover bloqueos y tapones, permite un mayor flujo de petróleo en los pozos.
- Protege contra la corrosión: Controla el crecimiento de bacterias SRB (Sulfato Reductoras), responsables de la corrosión en tuberías y equipos.

Así que con sus potentes propiedades oxidantes, el dióxido de cloro no solo optimiza la producción, sino que también reduce costos de mantenimiento, previene fallas operativas y contribuye a procesos más limpios y seguros.
- Menos corrosión, más rendimiento
- Mayor eficiencia, menor impacto ambiental.
- Optimiza la producción sin comprometer la seguridad.