PLANTAS DE TRATAMIENTO
DE AGUA POTABLE

PLANTAS DE TRATAMIENTO DE AGUA POTABLE
En el tratamiento de aguas residuales, los desafíos no se limitan a la desinfección. Altas concentraciones de amoníaco, compuestos fenólicos, olores persistentes y acumulación de lodos son solo algunas de las dificultades que comprometen la eficiencia operativa y el cumplimiento normativo de las PTAR. El dióxido de cloro ofrece una solución completa, eficaz y respetuosa con el medio ambiente para abordarlas.
En este contexto, el dióxido de cloro puede ser utilizado tanto en pretratamiento como en tratamientos de desinfección. Su función principal es actuar como desinfectante y agente oxidante, ayudando en la eliminación de microorganismos patógenos. Además, se emplea para precipitar el hierro y el manganeso de manera eficiente, compuestos que causan problemas en el agua de color, turbidez, manchas y mal sabor, y que favorecer el crecimiento biológico en el sistema de distribución.
En consecuencia, su aplicación mejora la calidad del agua al eliminar compuestos orgánicos y contaminantes que pueden afectar su potabilidad. De este modo, contribuye no solo a la desinfección, sino también n a optimizar las condiciones físicas y químicas del agua, garantizando su conformidad con los estándares de calidad establecidos para el consumo humano.

EFECTOS DEL CLO2 EN EL TRATAMIENTO DE
AGUA POTABLE:

EFECTIVIDAD
Hipoclorito de sodio, cloro, cloraminas, UV, y el ozono son, actualmente, los desinfectantes más usados en sistemas de tratamiento de agua potable. El siguiente cuadro muestra de manera comparativa la eficacia biocida, la estabilidad y el efecto del pH del dióxido de cloro frente a tres desinfectantes comunes:

1 = MÁS ; 4 = MENOS (4)
Beneficios
- Poder de oxidación y bactericida 2,5 veces mayor que el cloro
- Eficaz contra microorganismos resistentes al cloro (Legionella, Giardia, Cryptosporidium, etc.)
- El efecto sobre virus incluye la penetración y reacción con el RNA viral
- Elimina biofilm destruyendo su matriz de polisacáridos
- Gases oxidados responsables del mal olor (sulfuro de hidrógeno, mercaptanos, etc.)
- Elimina compuestos orgánicos problemáticos como fenoles, cianuros y aldehídos.
- Control y eliminación de algas y sus productos de revisión.
- No genera subproductos peligrosos como trihalometanos (THM), cloraminas o ácidos haloacéticos
- Efectivo en un amplio rango de pH (4–10)
- Menos corrosivo que el cloro y otros desinfectantes tradicionales
- Remoción de materia orgánica, nitritos y nitratos
- Reducir el consumo de coagulantes y floculantes
- Mayor estabilidad en la red y tiempos de permanencia más largos
- Alta solubilidad en agua, incluso a temperaturas elevadas.